Hace unos días mi hija de 9 años se acercó y me dijo: mamá, ¿por qué siempre estás tan cansada?
Me quedé paralizada.
En ese instante, fui consciente de que las prisas matutinas, la carga mental del trabajo, las tareas escolares y las responsabilidades del hogar, unido a mi obsesión por la productividad, se habían convertido en un peso casi insostenible.
Sentí que había llegado al límite… ¿Te ha pasado?
¿Has sentido que estás constantemente en una carrera sin fin, apenas tomando un respiro entre una tarea y otra?
Y como el Universo siempre conspira a tu favor, y te pone delante las cosas que necesitas aunque luego no las veas, me saltó un podcast sobre productividad… y yo, que soy la señorita productividad, tan contenta. ¡Pues resultó que el podcast hablaba primero sobre el síndrome del burnout! Puedes escuchar el podcast aquí, y si no sigues a Mariana Fresnedo de Quantum Quip, te lo recomiendo ampliamente.
¿Sabes qué es el síndrome de burnout?
Yo no lo sabía, o al menos, no lo había hecho consciente. Burnout es un síndrome que algunos especialistas denominan como depresión específica por el exceso de trabajo.
Luego de escuchar el podcast, comprendí que no se puede estar en flow y ser productivo, si estás literalmente, quemado.
Por eso, en la newsletter de hoy, quiero dedicarle un espacio de autoreconocimiento de este síndrome, porque todos sabemos qué es el estrés crónico, sabemos que lo vivimos, pero lo pasamos igual por alto porque: es que no queda de otra, ya llegarán las vacaciones para descansar, es que tengo que hacer mil cosas… y nos contamos milongas.
Si tus peques ya están de vacaciones y tú también… ¡Felicidades! Aprovecha para descansar y retomar tu propio equilibrio.
Si tus peques ya están de vacaciones, pero tú sigues trabajando… Probablemente hayas bajado un poco el ritmo, pero no te despistes.
Tanto si estás en lo primero, como en lo segundo, o en otra condición, te viene bien hacer este simple test. Es un test informal, y no ha sido validado mediante pruebas científicas controladas y, por lo tanto, no da un diagnóstico como tal. Pero te puede dar una idea de cómo vas.
¿Por qué es importante el trabajo de autoreconocimiento del síndrome del burnout?
Porque nos la pasamos el año entero tratando de equilibrar el trabajo y las responsabilidades familiares, y este agotamiento no solo nos afecta a nosotros, sino que también impacta a nuestros hijos. Ellos perciben nuestro cansancio y estrés, y esto puede influir en su bienestar emocional.
Así que, realiza el test de la forma más sincera posible, y luego vuelve aquí y toma nota de algunas sugerencias:
Estrategias para superar el burnout y disfrutar de las vacaciones (cuando las tengas):
1. Redefinir nuestras expectativas: a menudo establecemos expectativas poco realistas para nosotros mismos. Es importante recordar que no tenemos que hacerlo todo perfectamente, y a veces también es sano «perder el tiempo» (esto para la señorita productividad). Está bien pedir ayuda y delegar tareas.
2. Establecer límites claros: aprender a decir «no» es fundamental para proteger nuestro tiempo y energía. Tanto en el trabajo como en el hogar, nos permite tener tiempo para nosotros mismos y para nuestra familia.
3. Practicar el autocuidado: reservar tiempo para actividades que nos relajen y nos hagan felices es esencial. Puede ser tan simple como leer un libro, salir a caminar o disfrutar de un baño relajante.
4. Pedir ayuda cuando sea necesario: no estamos solos en esto. Hablar con otros padres, madres, familiares y compartir experiencias similares es una fuente invaluable de apoyo emocional. Buscar apoyo profesional cuando sea necesario es imprescindible.
5. Disfrutar del presente: a veces estamos tan preocupados por el futuro que olvidamos disfrutar el ahora. Tomarnos el tiempo para jugar con nuestros hijos, escuchar sus historias y simplemente estar presentes puede hacer una gran diferencia.
Es un compromiso con nosotros mismos y nuestras familias.
Por tanto… Prioriza el descanso y recuerda que unos padres felices y descansados son el mejor regalo que podemos darles a nuestros hijos.
Espero que aún no estés «quemad@» y si lo estás, el primer paso es ser consciente de que tenemos algo que resolver.
Yo lo he resuelto… y hasta he vuelto al estado de flow…
Más sorpresas y novedades en la próxima newsletter.
Te abrazo infinito,
Audrey