La cuarta dimensión, también conocida como el mundo de los sueños, o astral, es un lugar donde la imaginación y la realidad se entrelazan en una danza mágica.
Es un reino al que todos somos transportados cada noche, donde las barreras físicas se desvanecen y nuestras mentes se liberan para explorar lo imposible… Incluso, conectar con aquellos que han dejado el mundo físico, al que llamamos tercera dimensión.
Pero, ¿qué secretos oculta este fascinante dominio? ¿Qué verdades profundas podemos descubrir cuando nos aventuramos más allá de los límites de nuestra conciencia?
Sin duda, un enigma profundo y poderoso.
¿Te imaginas sumegirte en una aventura desafiante, enfrentar criaturas místicas, explorar paisajes surreales y conocer personajes inolvidables?
¿Conectar con seres del pasado… o del futuro?
¿Materializar miedos o deseos ocultos?
¿Recordar quién fuiste, quién eres o o quién podrías ser?
En la cuarta, las posibilidades son infinitas. Y la llave para acceder la tienes dentro de ti.
Solo tienes que reestablecer la conexión perdida con ese niño interior…
¿Para qué tendríamos que hacerlo? Podrías preguntarte.
Los niños son expertos en disfrutar el momento presente y encontrar alegría en las cosas simples. Reconectar con nuestro niño interior nos permite experimentar nuevamente la alegría y la diversión en nuestras vidas. Nos ayuda a liberarnos del estrés y las preocupaciones adultas, y nos recuerda la importancia de jugar, reír y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.
Cuando somos como niños, nos damos permiso para abrir nuestra mente a lo imposible.
Por eso, hay que prestarle atención a los sueños, que pueden ser mucho más que simples fantasías nocturnas; son espejos de nuestras almas y portales a nuestra verdadera esencia.
¿Qué deseos y anhelos se esconden en los rincones más profundos de nuestra mente? ¿Qué lecciones podemos aprender cuando nos permitimos descubrir la magia de nuestra propia imaginación?
En Crónicas Cuánticas, Maryon y el péndulo de cristal, a medida que nuestros jóvenes héroes se aventuran en la cuarta dimensión, también nos invitan a explorar nuestros propios sueños… Es una historia llena de emocionantes giros y desafíos épicos, y también de reflexiones sobre el poder de la imaginación y la importancia de seguir nuestra intuición.
Porque dentro de nosotros se encuentra la clave para descubrir quién somos realmente, y qué bonito sería que nuestros niñ@s nunca perdiesen la conexión con este mundo maravilloso.
¿Estás list@ para la reconexión? Que disfrutes la aventura…
Te abrazo infinito,
Audrey