Nunca pensé que era real

¿Alguna vez te has preguntado cómo la fuerza de una visión puede moldear el futuro? Hoy quiero compartir contigo una historia que ejemplifica el poder de creer y manifestar nuestros sueños.

Pero antes quiero disculparme por tardar tanto en comenzar con las newsletter del 2025.

Hay una buena razón.

Y es que este año está trayendo consigo tal sacudida en mi mundo que está patas arriba. Los procesos integrados en mi rutina se han ido al garete, y la estabilidad que creía haber conseguido a finales de año desapareció…

Pero no para mal, no. Es parte de un proceso de renacimiento. Como cuando sientes que ha acabado un ciclo y necesitas desprenderte de un millón de cosas. Soltar las cargas innecesarias y en muchos casos autoimpuestas que tampoco me hacían feliz.

Pero como todo proceso lleva su tiempo, aquí estoy de nuevo en un período de mucha introspección interior, cambiando la forma de hacer muchas cosas… Bien dicen que si sigues haciendo lo mismo, no obtienes nada diferente. Y es real.

Por eso quiero contarte el caso de las tenistas Williams, porque me pareció aleccionador e ideal para mostrar la capacidad que tienen nuestras decisiones.

En 1978, Richard Williams, tras ver un partido de tenis femenino en televisión, decidió que tendría dos hijas que se convertirían en las mejores tenistas del mundo. Sin experiencia previa en el deporte, escribió un plan detallado de 78 páginas que delineaba el camino hacia el éxito de sus futuras hijas.

Antes de que Venus y Serena nacieran, Richard ya había diseñado su futuro. Se mudó con su familia a Compton, California, una zona conocida por su dureza, creyendo que este entorno forjaría el carácter y la resiliencia necesarias en sus hijas.

Desde temprana edad, Venus y Serena siguieron el plan meticuloso de su padre, enfrentando desafíos y superando obstáculos. Con el tiempo, ambas se convirtieron en las mejores tenistas del mundo, cumpliendo la visión que Richard había concebido años atrás.

Esta historia nos muestra que, cuando creemos firmemente en una visión y trabajamos con determinación hacia ella, podemos manifestar nuestros sueños más ambiciosos. La mente es una herramienta poderosa; lo que concebimos y creemos, podemos lograrlo.

Por eso te invito a reflexionar: ¿Qué sueños tienes que aún no has comenzado a manifestar? ¿Qué pasos puedes dar hoy para acercarte a esa visión?

Tal y como lo hizo el padre de Serena y Venus, escribir nuestra visión del futuro nos ayuda a enfocar nuestra energía en una sola dirección. El foco es fundamental para no perdernos en el camino.

¿Te acuerdas de la parábola de la bombilla y el rayo láser de la novela Crónicas Cuánticas?

Si no la has leído, está en la capítulo 3. Pero nos explica claramente que una bombilla de 60W solo es capaz de iluminar un recinto, pero cuando usamos la misma potencia dentro de un dispositivo láser que concentra la energía en un solo punto, es capaz de cortar el acero… Asombroso, ¿verdad? Los mismos 60W loigran cosas tan distintas… lo que cambia es la capacidad de enfoque.

Te invito a escribir ya tus propósitos del 2025. Estás a tiempo. Cuatro líneas no más, te llevará dos minutos. Pero grabará en tu subconsciente el objetivo del futuro. Y si eres más ambicioso y crees en el poder de la sugestión, transforma esos objetivos en frases positivas y escríbelas todas las noches antes de dormir.

Yo lo hago a diario.

Te abrazo infinito,

Audrey

P.D. Si esta historia te ha inspirado, compártela con alguien que pueda beneficiarse de este mensaje. Juntos, podemos motivarnos a alcanzar nuestras metas más ambiciosas.

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