3 pasos para que tu vida se sienta como un cuento de hadas

Hace unos días viví algo tan mágico que todavía me cuesta ponerlo en palabras.

Asistí a una boda hindú, como dama de honor.

Y realmente experimenté lo que es vivir un cuento de hadas, donde todo parecía vibrar en otra dimensión:

Trajes llenos de brillo y color, rituales ancestrales que parecían abrir portales, bailes al estilo Bollywood que hacían latir los corazones al mismo ritmo, y un ambiente sagrado que celebraba no solo la unión de dos personas, sino la de dos familias enteras.

Una experiencia para conectar con la gratitud, la generosidad y la inmensa alegría que derrochan celebrando la fuerza más grande que existe en el Universo: el amor.

Y comprendí algo que quiero compartir contigo:

Los cuentos, las leyendas, las novelas de fantasía… no son solo ficción.

Nos recuerdan que la vida también tiene momentos extraordinarios, mágicos y sagrados.

A veces, sumergidos en la rutina, olvidamos que lo maravilloso no está tan lejos. Está aquí, cuando nos abrimos a verlo:

en un ritual compartido,
en una conversación profunda,
en los colores de un atardecer,
en la forma en que acompañamos a nuestros hijos y sembramos en ellos la certeza de que la vida tiene un propósito.

Por eso necesitamos historias.

Porque cuando las vivimos (en la realidad o en un libro), algo dentro de nosotros despierta… Ese algo que nos recuerda que somos parte de algo mucho más grande y luminoso.

Hoy quiero invitarte a que busques tu propio cuento de hadas en lo cotidiano.

Está en los gestos, en los símbolos, en lo que eliges recordar y transmitir.

Porque al final, la magia está en la forma en que decides mirar tu vida. Es una cuestión de actitud.

Por eso, hoy quiero sugerirte 3 pasos para vivir tu propio cuento de hadas en lo cotidiano:

  1. Mira con ojos de asombro. Haz una pausa y busca lo extraordinario en lo ordinario: una sonrisa, un aroma, un gesto de ternura.
  2. Crea tus propios rituales. No tienen que ser ancestrales: encender una vela, escribir en un diario o brindar con alguien querido también son portales hacia lo sagrado.
  3. Elige qué historia contar. Cada día puedes narrar tu vida como rutina… o como aventura. La forma en que nombras tus experiencias les da el poder de transformarte.

Cada día es un milagro.

Y si te detienes a pensar un poquito, encontrarás, al final de cada día, ese momento mágico que te recuerda que hoy también has vivido un cuento de hadas.

Cuéntame… ¿Cuál ha sido tu momento mágico de hoy?

Te abrazo infinito,


Audrey

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